
El amanecer en Belmez llega acompañado de una densa niebla que cubre el pueblo y sus alrededores, otorgándole un aire de misterio y belleza singular.
Durante gran parte de la mañana, este velo gris persistirá, dando paso posteriormente a intervalos de nubes y claros. Las temperaturas se mantendrán frescas, con una mínima de 3°C y una máxima de 16°C, ofreciendo un día típico de invierno en esta región del valle del Guadiato.
Desde su atalaya, el castillo de Belmez se encuentra oculto entre la bruma, pero su presencia sigue latente, observando desde lo alto cómo el pueblo despierta y la vida fluye por sus calles. A medida que los comercios abren sus puertas y los vecinos recorren sus rincones, el latir de Belmez se hace sentir, demostrando que su encanto no depende del clima.

Ya sea bajo la niebla, la lluvia o el sol radiante, Belmez conserva su esencia mágica, esa que enamora a quienes lo visitan y llena de orgullo a quienes lo habitan. Hoy es un día más para admirar su belleza, descubrir sus paisajes y dejarse envolver por el espíritu acogedor de este tesoro en el corazón del valle del Guadiato.