El mes de mayo ha llegado a Belmez vestido de flores, historia y sentimiento.
Como cada año, las calles de nuestro pueblo se engalanan para celebrar una de las fiestas más representativas de nuestra identidad: las Cruces de Mayo.
Desde Diariodebelmez.com os compartimos hoy una galería de imágenes que reflejan la belleza y el alma de esta celebración, pero también queremos detenernos a contar lo que no siempre se ve en las fotos: el esfuerzo colectivo, la pasión por nuestras raíces y la emoción compartida que hacen de estas cruces algo mucho más profundo que una tradición decorativa.
Caminar por Belmez estos días es sumergirse en un auténtico museo al aire libre, donde cada rincón cobra vida con flores frescas, detalles artesanales y un simbolismo que conecta pasado y presente. Las cruces, elaboradas a mano por vecinos y asociaciones, no son simples estructuras decoradas, sino verdaderas expresiones de fe, cultura popular y comunidad.
Desde pequeños patios familiares hasta calles principales, las cruces aparecen majestuosas, enmarcadas con telas bordadas, cerámicas, faroles y elementos tradicionales que evocan nuestras raíces andaluzas. Cada una tiene su estilo, su historia, su forma de emocionar. Algunas optan por un estilo más sobrio y clásico, otras por colores vivos y composiciones florales más modernas, pero todas comparten el mismo espíritu: mantener viva una costumbre que nos une y nos representa.
Detrás de cada cruz hay horas de dedicación, convivencia y cariño. Vecinos de todas las edades se involucran en el montaje, desde los mayores que aportan experiencia y memoria, hasta los más jóvenes que aprenden a querer y respetar nuestras costumbres. Se viven días de puertas abiertas, de compartir meriendas, de ayudar al vecino y, sobre todo, de disfrutar del orgullo de pertenecer a un pueblo que aún conserva lo auténtico.
Esta festividad no solo adorna el entorno, revive el alma de Belmez. Nos recuerda que en tiempos de prisas y pantallas, sigue habiendo espacio para lo sencillo, lo hecho con las manos, lo compartido en comunidad. Y eso, quizás, es lo que más valor tiene.
Desde aquí, queremos felicitar a todas las personas que han participado en la creación de las cruces de este año. Gracias por vuestro esfuerzo, por vuestra creatividad y por regalarnos, una vez más, un Belmez que se siente más bonito y más vivo que nunca.
Y a los que aún no han salido a pasear por las calles: no esperéis a que os lo cuenten. Venid, sentid, respirad mayo… y dejaos emocionar por nuestras cruces.