
La localidad cordobesa de Belmez ha vivido este domingo una de sus celebraciones más sentidas y tradicionales: el Corpus Christi. Esta festividad católica, que conmemora la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía, reunió a vecinos y visitantes en una jornada marcada por la devoción, el arte popular y el esfuerzo comunitario.
Desde la noche anterior, las calles del pueblo comenzaron a transformarse en un escenario festivo y solemne. Vecinos y vecinas se unieron para diseñar imágenes religiosas sobre el pavimento y levantar altares adornados con flores, luces y detalles litúrgicos. Las tradicionales alfombras de serrín y flores cubrieron el recorrido de la procesión, creando un espectáculo visual que reflejaba la identidad y la dedicación del pueblo.
El punto culminante tuvo lugar en la tarde del domingo, cuando la procesión, encabezada por la custodia con la hostia consagrada, recorrió las calles decoradas con esmero. Acompañada por la banda municipal y las hermandades locales, especialmente la Hermandad del Santísimo Sacramento y Cristo Yacente, organizadora principal del evento, la procesión fue seguida con respeto y emoción por cientos de personas.
El Ayuntamiento de Belmez colaboró activamente en la logística y organización, contribuyendo al éxito de una celebración que unió a generaciones enteras. Mención especial merecen los costaleros y costaleras, quienes con esfuerzo y devoción llevaron los pasos por el recorrido, transmitiendo a los presentes la intensidad espiritual del acto.
Una vez más, Belmez demostró que la fe, el arte popular y el compromiso colectivo pueden entrelazarse para dar lugar a una de las manifestaciones más hermosas y significativas del calendario religioso local.



















