Este Viernes Santo, la Hermandad del Santísimo Sacramento y Cristo Yacente salió a las calles de Belmez en una de las procesiones más esperadas de la Semana Santa local.
Acompañados por el recogido sonido del Trío de Capilla y la presencia de numerosos vecinos, la imagen del Cristo Yacente comenzó su recorrido con la solemnidad y el respeto que la ocasión merece.
Días antes, la Hermandad había decidido acortar el itinerario original debido a las previsiones meteorológicas, con la esperanza de garantizar, al menos, una parte del trayecto. Sin embargo, la inestabilidad del tiempo no dio tregua: apenas veinte minutos después de iniciada la procesión, la lluvia hizo acto de presencia, obligando a la comitiva a regresar apresuradamente a la parroquia.
Fue un momento triste y sentido para todos. La cuadrilla de costaleros, los penitentes y los fieles que habían salido a acompañar la imagen vivieron con pesar la interrupción del acto. Para muchos, era una oportunidad única de rendir homenaje al Cristo Yacente y revivir la tradición con la intensidad que solo la Semana Santa puede ofrecer.
Pese a la lluvia, lo que no se vio empañado fue el espíritu y la devoción del pueblo de Belmez. La emoción, el respeto y la fe permanecieron intactos, recordando que más allá de los recorridos o los horarios, el verdadero sentido de la Semana Santa se lleva dentro del corazón.
A continuación, os dejamos algunas imágenes que recogen la emoción del momento y el fervor de una comunidad que, pese a las adversidades, nunca deja de creer.