En el contexto de la lucha por la recuperación ambiental de un territorio marcado por 150 años de explotación ferroviaria, industrial y minera, la Asociación La Maquinilla ha dado un paso significativo hacia la creación de un oasis climático en el tramo de La Maquinilla, que cruza el paisaje entre Belmez y Peñarroya-Pueblonuevo.
Desde hace 14 años, la asociación se ha dedicado a mejorar medioambientalmente el territorio minero mediante la plantación de numerosos plantones, la mayoría autóctonos, que han ido transformándose en árboles, algunos de ellos alcanzando los 5 metros de altura. Estos árboles proporcionan sombra a los usuarios de la vía verde del Guadiato y Los Pedroches durante los cálidos 6 meses de verano.
Sin embargo, la asociación reconoce que aún queda mucho por hacer para llenar de arbolado el trazado completo. Con más de 500 árboles ya en La Maquinilla, se estima que se necesitan al menos otros 300 árboles grandes para crear una vía verde confortable durante la canícula.
En este esfuerzo continuo, el Ayuntamiento de Belmez se destaca como uno de los principales colaboradores. Cada invierno, el Ayuntamiento reserva varios ejemplares del vivero de la Diputación de Córdoba para que la asociación los plante en los lugares más necesarios de esta importante "calle verde". Recientemente, el consistorio belmezano ha donado 7 ejemplares de falsa pimienta y casuarina de tamaño medio, que serán plantados entre los kilómetros 3,8 y 4,2 del tramo de esta histórica vía verde.
La Asociación La Maquinilla agradece al Ayuntamiento de Belmez su colaboración constante en las mejoras y el mantenimiento de los tramos recuperados. Con estos 7 nuevos árboles, sumados a los 15 plantados por la asociación hace tres meses con recursos propios, la familia forestal de La Maquinilla ya cuenta con 22 nuevos miembros para el año 2024.
Con la esperanza de que estos esfuerzos den sus frutos, la asociación espera que, en cinco años, estos arbolitos proporcionen nuevos puntos de sombra, permitiendo a la gente disfrutar de este itinerario en verano, siempre y cuando superen la estación seca y la presencia de rebaños de pastores.