El Hospital Reina Sofía recuerda la importancia del diagnóstico precoz del asma para controlarlo.
Esta patología, cuyo Día Mundial se conmemora hoy, afecta a un 6% de la población aproximadamente
El Hospital Universitario Reina Sofía recuerda en el Día Mundial del Asma, que se conmemora hoy, la importancia del diagnóstico precoz y correcto para poder comenzar un tratamiento adecuado cuanto antes. Así lo apuntan profesionales de los servicios de Neumología y de Alergia, donde llegan los pacientes con asma derivados de otras consultas de especialista o Atención Primaria.
La mitad de los pacientes con asma que llegan cada año al hospital (unos 4.500 en total entre los dos servicios) son atendidos en la sección de Alergia, donde se realiza un diagnóstico alergológico preciso y se indica inmunoterapia según su perfil de sensibilización, junto con la revisión exhaustiva de su tratamiento sintomático. En el caso de Neumología, los especialistas atienden casos con asma grave mal controlado, en los que no se sospeche causa alérgica. El asma se caracteriza por la aparición de episodios de dificultad respiratoria (crisis o ataques), por obstrucción o estrechamiento de las vías que conducen el aire a los pulmones (bronquios) debido a una inflamación que hace más difícil el paso del aire al respirar. Esto, según señala la alergóloga Berta Ruiz “da lugar a los síntomas y signos clínicos de sospecha de asma, como sibilancias o pitidos al respirar (el más característico), sensación de ahogo, tos (habitualmente seca y persistente) y opresión torácica (sensación de tirantez en el pecho)”.
En esta línea, el neumólogo Antonio Pablo Arenas explica que “estos síntomas son intermitentes, variables en tiempo e intensidad y suelen agravarse durante la noche o al hacer ejercicio”. Otros factores que pueden desencadenar o empeorar el asma es su aparición como respuesta a determinados estímulos que producen alergia: polen, ácaros del polvo, hongos, epitelios de animales, ciertos alimentos o exposiciones en el medio laboral, etcétera; las infecciones víricas (catarros); sustancias irritantes como el humo del tabaco, la polución ambiental, productos de limpieza, ciertos olores y emociones como la risa, etc. y medicamentos como la aspirina y sus derivados antiinflamatorios.
Se trata de factores que las personas asmáticas deben conocer, ya que es una enfermedad crónica, que puede afectar tanto a niños como a adultos. Según la Organización Mundial de la Salud, la prevalencia ha indo incrementándose y en la actualidad 262 millones la padecen. En España, afecta entorno al 6% de la población adulta, aunque puede aumentar al 14% en algunas zonas. Aunque hay diferentes niveles de gravedad, el tratamiento consiste en el uso de medicamentos llamados aliviadores (broncodilatadores) y, para disminuir la inflamación y mejorar el asma, hay que tomar de forma continua medicamentos controladores de la inflamación bronquial.
Alrededor del 60% del asma tienen origen alérgico, y según explica la doctora Ruiz, “en las personas asmáticas en las que se demuestra que su enfermedad es debido a una causa alérgica relevante, y su asma no es grave y está adecuadamente controlada puede indicarse inmunoterapia con alérgenos (vacunas de la alergia)”. Una correcta indicación de este tratamiento junto con el uso de extractos de calidad y buen cumplimiento permite al paciente reducir los síntomas y el uso de medicación, y en algunos casos curar su enfermedad.
En pacientes con asma grave, según explican los doctores Ruiz y Arenas, se están utilizando también fármacos biológicos que están dirigidos a tratar la inflamación subyacente mediante el bloqueo de diferentes proteínas implicadas en el desarrollo del asma.
En los últimos años, según apuntan los especialistas, se han dado importantes avances en la investigación sobre los mecanismos implicados en la presentación de los distintos tipos de asma.
Estudiando y definiendo ciertos grupos de pacientes con asma que tienen unas características clínicas o inflamatorias (fenotipo/endotipo) similares para encontrar tratamientos más personalizados para estos pacientes. Actualmente están en investigación nuevos medicamentos biológicos con novedosos mecanismos de acción implicados en las vías inflamatorias del asma pendientes de probar su eficacia y seguridad, y que muy probablemente, en un futuro estarán disponibles para tratar a este tipo de pacientes.