La ciudad de Córdoba y sus alrededores fueron azotados por la tormenta Bernard, dejando a su paso una estela de caos y desolación.
Las ráfagas de viento alcanzaron los 128 kilómetros por hora, desencadenando una serie de incidentes que mantuvieron a los servicios de emergencia en alerta.
Durante la noche, el Centro de Emergencias 112 recibió más de 130 avisos, elevando el total a 260 desde que comenzó la tormenta.
La Policía Local de Córdoba capital atendió 300 llamadas relacionadas con el temporal, principalmente por la caída de árboles, toldos, vallas y muros.
El Consorcio Provincial de Prevención y Extinción de Incendios, adscrito a la Diputación de Córdoba, desplegó un equipo de bomberos para abordar las numerosas incidencias.
Se registraron caídas de árboles y ramas, desprendimientos de tejados de chapa, cornisas y placas solares, así como incendios provocados por cables eléctricos caídos y vallas derribadas.
Según Antonio Martín, presidente del Consorcio de Bomberos, los parques de Montilla, La Carlota, Palma del Río, Priego de Córdoba y Baena fueron los más activos, respondiendo a un total de 107 llamadas. Además, los equipos de rescate de Lucena, Montoro, Peñarroya y Puente Genil también intervinieron en diversas situaciones.
Por otro lado, el Servicio de Carreteras de la Diputación provincial trabajó incansablemente durante toda la noche para despejar las vías obstruidas por árboles y ramas caídas. Las carreteras del valle del Guadalquivir y el norte de Córdoba fueron las más afectadas, con municipios como Santaella, La Carlota, Villaviciosa, Villanueva de Córdoba, Córdoba y Torrecampo.
A pesar de la intensidad de la tormenta, las autoridades locales y los servicios de emergencia lograron mantener la calma y responder eficazmente a todas las incidencias. Inmediatamente después de que la tormenta amainara, los equipos de emergencia y limpieza del ayuntamiento se desplegaron por toda la ciudad para evaluar los daños y comenzar las labores de limpieza.
En un esfuerzo coordinado y eficiente, se activó el protocolo de emergencia para abordar las áreas más afectadas. Sin embargo, la tragedia también se hizo presente en este evento, con la pérdida de una vida humana, recordándonos la fuerza indomable de la naturaleza y la importancia de la precaución en momentos de adversidad.