Los ganaderos andaluces están en pie de guerra contra Lactalis-Puleva, desde que ésta dejase de recoger el producto a principios de semana en las explotaciones cuyos propietarios no han firmado los contratos de renovación.
En respuesta a esta decisión, los ganaderos han comenzado la campaña de denuncia 'Yo tiro mi leche'.
Esta situación viene dada por las desavenencias entre multinacional y sector con respecto al coste del litro de leche: "El contrato se tenía que renovar por un precio de 59 céntimos por litro, pero al renovarlo la multinacional decidió establecer el precio en 50 céntimos".
El presidente de UPA explica que "producir un litro de leche cuesta 60 céntimos", por ello el sector ganadero exige a la multinacional que el precio del litro sea 60 o 61 céntimos, "para que no haya pérdidas en los costes de producción". El sector ganadero exige al gigante industrial un contrato con un precio "digno", que cubra los costes de producción y permita a los ganaderos tener ganancias: "Igualmente habrá pérdidas. Hay que tener en cuanto que todo sube, los insumos, la paja, el pienso, la luz".