El castillo de Belmez
El castillo de Belmez es un monumento simbólico de la comarca del Alto Guadiato. Su silueta se yergue como faro para todo el valle guadiateño que desde allí se vigila, observándose un paisaje espectacular desde su cima que comprende aproximadamente unos 60km lineales.
El Castillo ha pertenecido, en diferentes épocas, al Realengo en época de los Reyes Católicos, a la Ciudad y Cabildo de Córdoba, a la Orden de Calatrava, al Estado español y, finalmente, a la Villa de Belmez, que es la propietaria actual.
Se asienta sobre un inselberg, un cerro testigo de 325 millones de años, estando todavía sus orígenes por clarificar. Seguramente existiese algún tipo de fortaleza en época islámica, pues numerosos restos cerámicos de época califal se encuentran dispersos por las laderas del cerro, si bien la atalaya actual debe remontarse a los tiempos de la organización de la villa de Belmez después de la conquista castellana, allá por la mitad del. S.XIII. Numerosas fases constructivas se han sucedido desde entonces, destacando entre ellas las llevadas a cabo por las tropas francesas en la época de la Guerra de la Independencia. Desde ese momento hasta la mitad del siglo XX el castillo fue, como escribió Alexandre Laborde, más un refugio para que aniden las águilas que los hombres.
HISTORIA DEL MUNICIPIO
Los primeros escritos históricos que hacen referencia a Belmez, datan del 31 de Diciembre de 1245,cuando en el cerco de Jaén, el Rey Fernando III el Santo, da a la Orden de Calatrava la Villa de Priego de Córdoba a cambio del Castillo de Belmez con su territorio. Sin embargo los primeros vestigios nos llevas innumerables años atrás en el tiempo para encontrarnos con los primeros vestigios de civilización en el término de Belmez. Así, los restos dolménicos encontrados en la zona señalan que al menos, los orígenes se retrotraen al Neolítico Medio, aunque algunos restos encontrados nos llevan a épocas aún más remotas del Paleolítico.
Posteriormente y debió a la importante minero metalúrgica de la zona, el territorio fue ocupado por tartesos, íberos y fenicios. Pero fue en la época romana cuando la minería metálica se desarrolló exponencialmente continuándose la extracción en la época visigoda.
En 1315 fue Alfonso XI el que concedió el título de Muy Leal Villa a Belmez; al que en años venideros, concretamente en 1597, Felipe II añadió el título de Muy Noble Villa.
Los pilares económicos en los que se sustenta la villa son la agricultura y la ganadería hasta que en 1778 Don José Simón de Lillo descubre carbón en el subsuelo de Belmez; aunque con anterioridad se tiene conocimiento de escritos otorgados al griego Estrabón (contemporáneo de Augusto) y que hacen referencia a «las piedras que arden al norte de la provincia». La primera explotación de la que se tiene constancia fue la de La Mina Cabeza Vaca; pero al mismo tiempo comenzaban a surgir distintas explotaciones menores que se nutrían del mineral obtenido para utilizarlo como fuente de energía en las distintas industrias de la época.